El Coaching
Ontólogico está basado en el entrenamiento del Ser.
Ese Ser que
somos pero también en aquel que podemos llegar a ser, es decir, en las
posibilidades, en ese múltiple abanico que se abre cuando nos permitimos
corrernos del lugar en el que estamos: a veces estamos en el dolor, en el
resentimiento o en el triste papel de victimas; somos simples espectadores de
esa película que no para y es “la vida”.
Como seres
humanos tenemos el derecho de ser Protagonistas, y eso, es una elección
que siempre está disponible.
Las
creencias, las costumbres pueden operar cómo límites a nuestros profundos
deseos de cambiar; pero ante todo: la creencia de que es el “otro” el que está
mal, el que “tiene que cambiar”, el afuera está mal. Y si, sépanlo
amigos, el otro puede estar muy errado, o lo que sea que pensemos, pero la
única posibilidad de cambio real está adentro, en NOSOTROS MISMOS.
Empezar por
“casa” es la mejor opción para la verdadera transformación.
Y el primer
paso del coach es apoyar al consultante, guiarlo para que pueda correrse del
cómodo lugar que ocupa, y se pueda preguntar cosas que nunca antes se preguntó
y PONGA EN DUDA SUS CERTEZAS. Habrá muchas que le servirán para el equipaje,
pero muchas otras ya no será necesarias.
Este proceso se llama APRENDIZAJE, y el coaching es, como
llamó Julio Olalla “el arte de crear espacios de aprendizaje”.
Es un proceso dinámico e interactivo que consiste en asistir a otros en el logro
de sus metas, colaborando en el desarrollo de su propio potencial, logrando un
nivel de desempeño que hoy no tienen.
Es un aprendizaje transformacional mediante el cual las personas y organizaciones
revisan, desarrollan y optimizan sus formas de estar siendo en el mundo.
El coach es un
facilitador del aprendizaje, que acompaña al otro en una búsqueda de su
capacidad de aprender para generar
nuevas respuestas a situaciones que enfrenta en los diversos ámbitos de su
vida”. A través de conversaciones, cuestiona las estructuras rígidas de
nuestra forma particular de ser y de cómo deben hacerse las cosas
El coach
ontológico no le dice a las personas lo que tienen que hacer, no presiona, no
juzga, no interpreta ni aconseja.
Explora, hace
preguntas, desafía respetuosamente los modelos mentales del coachee (cliente),
mirada que permite el descubrimiento de nuevas acciones.
Opera en el
dominio del lenguaje y la conversación además de los dominios corporal y
emocional
El coach ayuda al
coachee a mirar hacia su interior y tomar mayor conciencia de sí mismo, para
saber cuáles son las fortalezas y las limitaciones.
Descubrir lo que
quiere, lo que teme, los bloqueos, lo
que lo motiva, el propósito y la misión.
¡Qué tengas un
excepcional fin de semana!
Gracias por
leerme!
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