viernes, 10 de marzo de 2017

El Auto-sabotaje

La pelea entre lo que quiero y lo que hago

Cuando vivimos por debajo de nuestras posibilidades de despliegue, cuando empezamos algo que es valioso para nosotros y no lo terminamos, cuando tenemos algo bueno en nuestra vida y lo echamos a perder (actitudes, “no hacer”).
¿Cuántas veces has tratado de hacer algo o de lograr un objetivo, sin tener éxito?
Si hicieras un análisis detallado y honesto de dichos "fracasos", probablemente te darías cuenta de que, muchas veces, no lo lograste por algo que vos mismo hiciste o dejaste de hacer.

Esto se llama autosabotaje. Existen muchas maneras de autosabotearnos y desafortunadamente, pocas veces nos damos cuenta.

Veamos algunos ejemplos:
Tenes que hacer un trabajo importante que te va a permitir un ascenso y de repente empezas a estar "muy ocupado", haciendo cosas en tu casa, arreglando la casa, hablando por teléfono, etc., y no tienes tiempo para hacer el trabajo o por lo menos para hacerlo bien.
Estás esperando una llamada muy importante, de una persona que puede mejorar tu vida y se te olvida prender tu celular.
Te preocupa tanto quedar bien con la gente o evitar ser criticado por los demás, que nunca haces lo que a vos te gustaría hacer.

Estás en un tratamiento médico y constantemente se te olvida tomar el medicamento.
Estas a dieta, pero la rompes constantemente diciéndote:
"Ahora si la empiezo bien, el próximo lunes".

Te inscribes en un curso de computación y "se te hace tarde" o no podes ir a muchas de las clases.
Discutiste con tu pareja, le compraste un regalo y te lo olvidas en tu casa u oficina.
Quizás pienses que un olvido o llegar tarde, puede ser normal con el  tránsito y estrés y que no necesariamente significa, que te estás autosaboteando.
Esto puede ser cierto, si sólo sucede muy de vez en cuando y si casi siempre logras tus metas.
Pero si sucede con frecuencia o si por algún motivo que no conoces, queres hacer cosas y no podes, o te esfuerzas en lograr cosas y no las obtenes, es muy probable que te estés autosaboteando.

Dice la psicóloga Virginia Gawell que la mejor manera de brindarnos asistencia es comunicarnos con nosotros mismos (hablar o escribir), tomarnos un momentos “como si nos sentáramos a tomar un café, mate o té con un amigo”, e indagar amigablemente, qué nos pasa, qué sentimos, a quien le estamos siendo leales...

Reconocer y explorar nuestros pensamientos, hábitos, actitudes, emociones y sobre todo nuestros miedos, para entender cómo pueden estar influyendo en nuestra conducta.
Revisar nuestra autoestima y ver si ésta puede ser la causa de nuestro comportamiento.

Podés descubrir cuales son las frases que te decís o que pensas y mantienen el autosabotaje (como es muy difícil, se van a enojar conmigo, me da miedo que si hago... se aleje de mí, etc.) y cambialas por pensamientos positivos, más adecuados a lo que querés lograr y más en consonancia a cómo te querés sentir.

Qué el viaje sea de descubrimiento,
Gracias por leerme.


Fuente: Silvia Russek, picóloga.

 "Autosabotaje es cuando decimos que queremos algo y después nos aseguramos de que no suceda".
Alyce P. Cornyn-Selby 


viernes, 3 de marzo de 2017

¿Si o No?

El proceso de decidir

 

Tomar decisiones no suele ser una tarea sencilla. No importa si la decisión es personal o profesional, cuando es importante y los resultados afectarán a nuestra vida o trabajo, necesitamos reflexionar detenidamente, antes de decidirnos.

Estamos tomando decisiones constantemente. Pensalo durante unos instantes, ¿cuántas decisiones tomaste durante el día hoy?: Qué camino tomar para ir al trabajo, qué comer, qué champú comprar… A muchas de las decisiones cotidianas, de cada día, no les prestamos atención y las tenemos semi-automatizadas: “si llueve iré por tal o cual lado”, “ayer comí pescado, entonces hoy voy a comer carne”… Solemos ser eficaces tomando este tipo de decisiones. 
Tenemos más experiencia en la toma de decisiones, de lo que creemos. 
Sin embargo, cuando se trata de decisiones importantes, en muchas ocasiones nos sentimos bloqueados.
¿Por qué nos resulta tan complicado tomar decisiones?
Una de las razones es porque cuando tomamos decisiones tenemos que escoger una de entre varias opciones y cada vez que elegimos una opción estamos renunciando al resto. 

En los procesos  de coaching se puede facilitar la tarea de toma de decisiones: a través de la conversación y la escucha se logra poner de manifiesto cual es la mejor opción para el cliente.
 Comparto con vos 10 preguntas clave que creo, te pueden ayudar a reflexionar y a tomar esas decisiones importantes en tu vida.
¿Cuáles son las opciones? Describílas.
¿Qué otra opción tenes? Siempre existe alguna otra opción. Al menos 3 opciones deberían existir en todo proceso de toma de decisiones. La tercera opción puede ser A+B o ni A, ni B.
¿Cuáles son las ventajas de cada una de las opciones? Analiza cada opción por separado
¿Cuales son los inconvenientes de cada opción?
¿Si escoges la “opción A” que vas a ganar? ¿Y si escoges la “opción B”?…
¿Si escogieses la “opción A” que perderías? ¿A qué estarías renunciando?
¿Qué es lo que te está impidiendo o bloqueando tomar la decisión?
¿Qué necesitas para tomar la decisión?
¿Cómo te sentirías si tomases la “opción A”?  Valora como te sentirías con cada una de las opciones.
¿Qué te dice tu intuición? Escuchar tu intuición y tu corazón es importante, la toma de decisiones no es un proceso puramente racional.
Escribir la respuesta a cada una de las preguntas, contárselo a alguien o grabar tu voz te va a ayudar a realizar el análisis. Te permitirá liberar tu mente de la maraña de argumentos, sacándolos fuera, donde te resultará más sencillo organizarlos.
Cada viaje es una elección, un desafío, en vos descansa la respuesta...
Gracias por leerme.


“Escoger significa renunciar a algo” 

lunes, 27 de febrero de 2017

Miedos

Cuando algo nos paraliza

Estas ahí parado... sin saber qué hacer ni a donde ir.

El  miedo, al igual que otras emociones, es una señal y esa señal viene a decirnos que hay algo ahí afuera (o ahí adentro) que representa una amenaza, algo que en una rápida evaluación creemos que es más grande que nosotros mismos, y no podremos enfrentar.

Muchas veces esta señal nos salva la vida, y eso es cumplimiento del deber por parte del miedo. Pero muchas más veces de lo que creemos, el miedo nos juega una mala pasada: nos aleja de personas, entierra sueños posibles, nos deja inmóviles y congelados en el tiempo, sin poder avanzar....

De esa clase de miedo te quiero hablar hoy.
Porque ese es el miedo que nos impide crecer, madurar, ser, trascender...ser felices.

Existen dos miedos básicos, uno es el miedo al fracaso (no conseguir o perder), y el miedo a ser rechazado (no ser querido).

Ambos miedos, el miedo al rechazo y el miedo al fracaso, nacen de dos miedos aún más básicos y profundos que son: el miedo a ser como soy, a manifestar lo que realmente deseo, siento, necesito… y el miedo a la libertad, que justifica que busquemos el respaldo de los grupos sociales como una forma de amortiguar la soledad, aunque esto restrinja nuestra libertad individual.

Gestionar el miedo

Te propongo 3 primeros pasos para transitar el miedo y no paralizarte en el intento:

1.- Atender al miedo: significa “tomar conciencia del mismo”, comprender qué lo causa y para qué viene a nuestras vidas. Algunas preguntas disparadoras: ¿En qué momentos pueden detectar esta emoción más a menudo? O ¿a qué área de su vida está más relacionada?
¿Cómo detectan normalmente al miedo? ¿Qué reacción corporal experimentan?
¿Qué actitud suelen tomar frente a esta emoción? ¿La aceptan? ¿La demuestran, la comparten o la esconden?
¿Qué consecuencias visibles se derivan de sentir esos miedos?

2.- Detectar pensamientos limitantes: se trata de retar o poner en tela de juicio cada excusa que nos viene a la hora de no hacer aquello que queremos, por ejemplo.
Se trata de estimular una capacidad de pensamiento que venza la autocomplacencia y el victimismo, que en muchas ocasiones, nos hace mirar en el lugar equivocado (mi jefe, mi compañero, mi pareja, mi hijo…), buscando fuera de nosotros lo que explica nuestro sentir y nuestro vivir.

3.- Actuar: ante todo una pregunta importante: Piensen en algún miedo que hayan afrontado y logrado vencer con éxito. ¿Cómo lo hicieron?
El pensar cuánto hemos podido en el pasado,  nos recuerda que somos seres capaces de mucho más de lo que creemos.
El primer paso es el inicio de tu travesía personal, lo que sea que puedas hoy, vale! Un No dicho a tiempo, pedir lo que necesito, preguntar lo que no sé, proyectar lo que sueño, ahorrar para ese viaje, caminar la primera cuadra, lo que sea que hoy crees que no podés, intentar revertirlo. No aceptes un No como respuesta!

El antídoto del miedo es descubrir quienes somos realmente, qué necesitamos y qué deseamos.
 Cuando conectamos con nuestra naturaleza, con nuestro “yo real”, iniciamos el camino hacia aquellas metas que contribuyen a nuestra felicidad.

Gracias por leerme, que tu miedo no te impida viajar!

 El antídoto del miedo es descubrir quienes somos realmente, qué necesitamos y qué deseamos.

jueves, 16 de febrero de 2017

Reconciliarse con uno mismo


El camino del amor propio

La vida fluye permanentemente y en su discurrir nos deja un sinnúmero de experiencias que constituyen nuestro conocimiento. Este conocimiento se refiere a nosotros mismos, a otros y a todo cuanto nos rodea. Las experiencias pueden ser estimulantes, divertidas y trascendentales y esto otorga un plus de sabiduría a nuestra existencia.

También hay experiencias dolorosas, porque desde el principio la vida también está hecha de carencias, frustraciones e imposibles. Cuando esto no se logra asumir, despierta en nosotros temores, desconfianza y pesimismo. De hecho, terminamos culpándonos. Así, si llegamos a eso, es indispensable encontrar la manera de reconciliarnos con nosotros mismos.

Uno de los recursos terapéuticos más extendidos y que mejores resultados ofrecen consiste en observarnos con mayor indulgencia. No es fácil, pero sí importante aprender a aceptar nuestras limitaciones y nuestros rasgos individuales. No tenemos que ser tan duros con nosotros mismos, como tampoco empezar una lucha sin cuartel contra nuestra personalidad pensado que es horrible.

Mirarnos al espejo
Es probable que cuando nos ubiquemos frente al espejo no nos guste lo que vemos o al menos una parte. Puede que tengamos tendencia a criticarnos severamente y de forma negativa.

Muchas veces ni siquiera nos miramos, sino que nos comparamos con un ideal mental. Por eso es importante aprender a observarnos con cuidado y, por qué no, con cariño. En principio, una buena idea es conocer y reconocer esa imagen física. Es única en el mundo y no se puede comparar.

Perdonarnos
A veces no logramos aceptarnos porque nos encargamos de llenarnos de culpa. No asumimos un defecto o una limitación como una realidad de todo ser humano. A cambio de ello nos fustigamos y aprendemos a convertir los errores en un lastre que cargamos para siempre. No logramos perdonarnos las equivocaciones y nos comportamos como si fuéramos enemigos de nosotros mismos.
Es importante detectar esas líneas de pensamiento autodestructivas. Piensa que superar la percepción negativa que pudieras tener sobre ti mismo te libera de esa prisión.

Ser honestos con lo que sentimos
Cuando actuamos en contra de lo que sentimos, nuestro cuerpo se expresa. De hecho, podemos convertirnos en una especie de enfermedad para nosotros mismos.

Por contradictorio que parezca, a veces no logramos aceptarnos porque tenemos una gigantesca vanidad. No nos interesa ser nosotros mismos, sino ser superiores a otros.
Por eso, no logramos aceptar nuestros errores o fracasos. Nos señalamos con el dedo y nos maltratamos emocionalmente.
Piensa que los errores no conducen al fracaso, sino a la experiencia.
Lo que sí constituye un error es quedarte en el lamento por haberte equivocado. Siempre hay formas de resarcir los desaciertos. 
El principio de todo es reconciliarte contigo mismo y darte la oportunidad de disfrutar de la persona que eres.


Novedad: Grupo de Facebook Amistad Conmigo Mismo, podés sumarte cuando quieras!

 “Ningún hombre puede sentirse cómodo si no tiene su propia aprobación” Mark Twain

lunes, 13 de febrero de 2017

Cómo salir de la queja

Cuatro pasos básicos
Es muy común caer en la queja: arrancamos con el marido y terminamos en el presidente de la nación. La hilación? La queja.
Y el mundo se vuelve negro, amargo, amenazante e irrespirable.
¿Qué pasó? Empecé a quejarme y no pude parar. Me acostumbré e hice de la queja un estilo de vida.
Me abracé a la QUEJA.
A todos nos ha pasado. Quedar atascados en este círculo vicioso.
Identikit de la queja
  • Lamentos
  • Apreciación negativa de los hechos
  • Culpabilidad hacia otras personas
  • Se ven a sí mismos cómo victimas de la situación
  • Repetición de las mismas historias una y otra vez.
  • Falta de acción
¿Te encontrás en un paisaje parecido?
Veamos cómo podemos salir de este estado tan desagradable:
Paso 1: Deja de quejarte
Intenta vivir todo un día sin quejarte. Luego una semana. Luego un mes. Ponete un objetivo. Seguro vas a ver cambios rápidos... el primero: sentirte mejor.
Paso 2: Revisate
Evalúa qué responsabilidad estás evadiendo al efectuar tus quejas: ¿para qué te quejas?
¿Qué cosas podrías hacer diferente?
¿Qué te lo impide?
Paso 3: toma acción
Hace los cambios necesarios, decí lo que necesites decir a quién corresponda: si, no....
Paso 4: mantenete alerta
Es muy importante saber con la facilidad que podemos caer nuevamente en el círculo de la queja.
Es necesario estar atentos a cada pensamiento y palabra que emitimos para lograr controlar el deseo irrefrenable de quejarnos porque Sí.
Esto es sólo el comienzo. En la práctica de cada paso vas a encontrar tus propias respuestas.

Gracias por leerme.
¡Buen viaje!

jueves, 19 de enero de 2017

Rol del Coach


El Coaching Ontólogico está basado en el entrenamiento del Ser.

Ese Ser que somos pero también en aquel que podemos llegar a ser, es decir, en las posibilidades, en ese múltiple abanico que se abre cuando nos permitimos corrernos del lugar en el que estamos: a veces estamos en el dolor, en el resentimiento o en el triste papel de victimas; somos simples espectadores de esa película que no para y es  “la vida”.
Como seres humanos tenemos el derecho de ser Protagonistas, y eso,  es una elección que siempre está disponible.
Las creencias, las costumbres pueden operar cómo límites a nuestros profundos deseos de cambiar; pero ante todo: la creencia de que es el “otro” el que está mal, el que “tiene que cambiar”, el  afuera está mal. Y si, sépanlo amigos, el otro puede estar muy errado, o lo que sea que pensemos, pero la única posibilidad de cambio real está adentro, en NOSOTROS MISMOS.
Empezar por “casa” es la mejor opción para la verdadera transformación.

Y el primer paso del coach es apoyar al consultante, guiarlo para que pueda correrse del cómodo lugar que ocupa, y se pueda preguntar cosas que nunca antes se preguntó y PONGA EN DUDA SUS CERTEZAS. Habrá muchas que le servirán para el equipaje, pero muchas otras ya no será necesarias.

Este proceso se llama APRENDIZAJE, y el coaching es, como llamó Julio Olalla “el arte de crear espacios de aprendizaje”.

Es un proceso dinámico e interactivo que consiste en asistir a otros en el logro de sus metas, colaborando en el desarrollo de su propio potencial, logrando un nivel de desempeño que hoy no tienen.
Es un aprendizaje  transformacional  mediante el cual las personas y organizaciones revisan, desarrollan y optimizan sus formas de estar siendo en el mundo.

El coach es un facilitador del aprendizaje, que acompaña al otro en una búsqueda de su capacidad de  aprender para generar nuevas respuestas a situaciones que enfrenta en los diversos ámbitos de su vida”.  A través de conversaciones,  cuestiona las estructuras rígidas de nuestra forma particular de ser y de cómo deben hacerse las cosas
El coach ontológico no le dice a las personas lo que tienen que hacer, no presiona, no juzga, no interpreta  ni aconseja.

Explora, hace preguntas, desafía respetuosamente los modelos mentales del coachee (cliente), mirada que permite el descubrimiento de nuevas acciones. 
Opera en el dominio del lenguaje y la conversación además de los dominios corporal y emocional
El coach ayuda al coachee a mirar hacia su interior y tomar mayor conciencia de sí mismo, para saber cuáles son las fortalezas y las limitaciones.
Descubrir lo que quiere, lo que teme, los bloqueos,  lo que lo motiva, el propósito y la misión.
¡Qué tengas un excepcional fin de semana!


Gracias por leerme!


Ser responsables

La habilidad de responder

Fredy Kofman se pregunta por qué las personas tendemos a actuar cómo victimas de nuestras circunstancias...si hacerse responsable es más efectivo que desligarse del problema.

En respuesta a ese interrogante, expone algunas razones:

  1. Porque creemos que la seguridad y la felicidad se consiguen mediante la aprobación del otro; y
  2. porque creemos que el bienestar y el éxito se derivan de la inocencia y el complacer a los demás.

Nos han enseñado desde pequeños a igualar responsabilidad con culpabilidad. Crecimos creyendo que ser responsables equivale a “ser culpables o causantes” de algo. Y ser culpables es algo malo. Defendemos nuestra inocencia despegándonos del problema. Pero si uno no es parte del problema, tampoco será parte de la solución.
Aun cuando no seamos los agentes causales en forma directa del problema, podemos ser parte del sistema que genera el resultado insatisfactorio.
Siempre que uno sufre, “tiene algo que ver” con el asunto.

¿Cuál podrían ser, entonces, la clave para cambiar la actitud frente a los desafíos diarios?

La autorresponsabilidad es la respuesta.

Soy responsable de mis elecciones y acciones.
Soy responsable del modo en que utilizo mi tiempo.
Soy responsable del nivel de conciencia que aplico a mi trabajo.
Soy responsable del cuidado o la falta de cuidado con que trato a mi cuerpo.
Soy responsable de mantener las relaciones que decido entablar o en las que elijo continuar.
Soy responsable del modo en que trato a los demás: Mi cónyuge, mis hijos, mis padres, mis amigos, mis socios, mi jefe, mis subordinados, el vendedor de una tienda.
Soy responsable del significado que doy o dejo de dar a mi existencia.
Soy responsable de mi felicidad.
Soy responsable de mi vida en lo material, lo emocional, lo intelectual y lo espiritual.

No es mi intención sugerir que una persona nunca sufre a causa de un hecho accidental o por los fallos de los demás, o que es responsable de todo cuanto pueda sucederle.
No somos omnipotentes.
Sobre algunas cosas tenemos control, sobre otras no. Si me hago responsable de asuntos que están más allá de mi control, pondré en peligro mi autoestima, ya que, inevitablemente, no lograré alcanzar mis propios objetivos. Si niego mi responsabilidad en cuanto a cosas que sí están bajo mi control, nuevamente pongo en peligro mi autoestima. Necesito saber la diferencia entre lo que depende de mí y lo  que no. También necesito saber que soy responsable de mi actitud y mis acciones relacionadas con aquellas cosas sobre las que no tengo control, como la conducta de otras personas.
Como verán, la responsabilidad, vista como una habilidad para responder frente a las circunstancias, abre un abanico de posibilidades, pero nunca nos deja afuera, el poder sobre la propia vida, lo tiene uno mismo. Saber esto, es liberador, aunque implique pasar por situaciones que nos incomoden.
En definitiva, ser responsables nos abre las puertas del aprendizaje y crecimiento continuo.

En los próximos artículos seguimos ahondando sobre este tema que no se agota en sí mismo.

Ojala te sume saber lo MUCHO que depende de VOS.

Gracias por leerme y ¡buen viaje!

Fuente: Metamanagement, Fredy Kofman. Cómo mejorar su autoestima, Nathaniel Branden

 ¿Por qué las personas actuamos como victimas en lugar de actuar como protagonistas?





viernes, 6 de enero de 2017

Amistad sin Condiciones

Empezar por mí

“Me odié a mi misma y no fui correspondida”.
Virginia Gawel

Esta época, donde además de vacacionar, descansar, desconectar, cargar pilas; también puede ser un tiempo de pensarnos a futuro, de plantearnos metas, posibles caminos, decisiones.
Y es genial hacerlo, porque conectamos con aquello que queremos lograr, que queremos sentir, nos motiva, nos llena de energía.
Por esa razón creo propicio hacer referencia a algo que está por debajo de todo eso...y es nuestra relación con nosotros mismos. Es importante saber que “estar en equilibrio” con nosotros, tener una relación profunda, optima y sana nos permite caminar nuestro presente “de otra manera”.

El modo en que nos relacionamos con quienes somos determina cada paso de la vida: cada elección, cada hábito, cada vínculo, cada proyecto, cada concreción. Y también el monto de dolor o de bienestar que vayamos experimentando a medida que desplegamos nuestra identidad.

En Occidente lo más común es que las personas oscilen entre distintas formas de auto maltrato, partiendo de un rechazo hacia sí misma que trae consecuencias en cada área de su vida. No se trata de un problema de "autoestima". Se trata de algo mucho más profundo: la transformación de hábitos autorrelacionales que uno puede aprender a observar, a desactivar y a transformar desde lo más hondo, con la ayuda del propio Inconsciente.

De esto se trata la práctica de "Maitri" (término que en la Psicología Budsita se traduce como "Amistad incondicional consigo mismo).

He observado en muchos de los cursos de autoestima que he impartido que:
  • La falta de auto respeto nos impide poner límites
  • La ausencia de amor hacia uno mismo trae falta de confianza, y si no creo en mí ¿quién lo hará? ¿cómo avanzo?
  • El auto saboteo hace que dejemos casi todo a medias, y eso trae aparejado la pérdida de poder sobre nuestra vida
  • El auto maltrato nos afecta directamente en el estado de ánimo y en el tipo de relaciones que tenemos
Este nuevo concepto de amistad incondicional conmigo mismo, da un paso más, ahonda en la relación con la persona más importante de tu vida: VOS
Y como creo fervientemente que si empezamos por nosotros, “la cosa puede funcionar”, quiero invitar a todos los lectores (que tengan ganas de empezar por casa) a ser parte de una nueva experiencia.
Se trata de un servicio gratuito por mensajería instantánea (WhatsApp) destinado a trabajar sobre tips, prácticas y material que apoye el “aprender a querernos mejor”.
A través de un grupo privado de personas estaríamos practicando día a día diferentes maneras de enriquecer la auto valoración que cada uno tiene de sí mismo, entre otras cosas.

La invitación está hecha, destinada a hombres y mujeres.
Todo aquel interesado en formar parte del grupo, puede ponerse en contacto al número que figura más abajo.

La fecha de inicio de actividad del grupo será el lunes 16 de enero.

¡Los espero!

Fuente: Virginia Gawel, Lic en Psicología.

La persona más importante de tu vida sos VOS