Cuando el dedo apunta hacia mí
En el artículo anterior hablamos de cómo y para qué creamos
juicios hacia los demás, etiquetas, historias, que nos sirven para afrontar un
futuro que desconocemos.
Hoy quiero profundizar sobre los juicios que hacemos sobre
nuestra persona y que nos afecta en el desempeño diario y en la actitud de cómo nos
tomamos la vida.
Muchas de las creencias que manejamos de nosotros mismos son
puertas cerradas, tapadas o clausuradas.
Imaginate que son como auto – amputaciones (si, leíste
bien), vamos cortándonos posibilidades, ideas, talentos, ganas, alegrías,
disfrute, placeres, tiempo, encuentros, relaciones...
Porque una vez no funcionó, no salió como esperábamos, por
el gran miedo a: si se enoja, si me rechaza, si no me quiere como antes, si me
miran, si no me miran, si fracaso, si triunfo...pensamos que nunca va a
funcionar.
Y así, con historias livianas sobre quienes somos, nos
alejamos de nuestros sueños, hasta que dejamos de tenerlos, y el corazón se
oscurece de tristeza y amargura.
Uno se convierte en alguien opaco, sin brillo, y ese estado,
invade cada rincón que toca.
Quiero que analicemos juntos dos frases o muletillas que he
detectado en mi y en muchas personas, y que parecen operar como pasaporte a
“seguir igual”, “no cambiar” “no mejorar” “estancarse”.
Primero, YO NO PUEDO, famosamente usada en las
situaciones que nos aparecen como desafíos y nos invitan a salir de nuestra
zona de comodidad.
Y pensemos que este no puedo, se dice desde la espontaneidad
misma, no es algo que se analiza profundamente...no!; ante la duda Yo no
puedo.
Cada vez que esta frase empuje por salir de tu boca
preguntate:
¿Qué no podes? ¿Qué te hace pensar que no podes? ¿Cuándo fue
la última vez que no pudiste? ¿Eran las mismas circunstancias que ahora? ¿Por
qué crees que no pudiste en esa ocasión? ¿Qué pasaría si pudieras? ¿Cómo te
sentirías? ¿Qué cambiaría? ¿Qué te impide intentarlo? ¿Qué es lo peor que
podría pasar?
Segundo, YO SOY ASÍ, pensá que esta frasecita aparece
en esos momentos cuando alguien te llama la atención sobre alguna actitud o
comportamiento. Y no me estoy refiriendo a ser eléctrico, divertido,
extravagante, original, creativo, amable, encantador...No!,hablo de esas
maneras obtusas de ser que nos alejan de los demás.
Yo soy así, iracundo, mal hablado, inexpresivo, agresivo, caído,
amargado, exasperante, busca pleito, chusma, inquisidor, abusivo, mal llevada, contreras, desconfiada, dramática, caracúlica,
pendenciera, difamadora, fabulera, etcétera, etcétera.
Comencemos: ¿Cómo es ser así? ¿Qué implica ser así? ¿Cómo
afecta a tu vida ser así? ¿Cómo son tus relaciones por ser así? ¿Disfrutas de
ser así? ¿Cuáles son los pros y los contras se ser así? ¿Cuándo sos más así? ¿En
qué momentos sos así? ¿Para qué crees que sos así? ¿Cómo te sentís siendo así?
¿Qué crees que cambiaría si no fueras así?
Los humanos nos referimos a nosotros mismos como seres
definidos, hechos ya de tal o cual manera, y la verdad, que como el Universo
mismo, estamos en constante cambio. Hoy ya no somos los de ayer, cada situación
y vivencia nos afecta y modifica.
La llave del cambio la tiene cada uno en su poder, no está
fuera de nosotros.
Una palabra, una mirada, un decir, un callar, un gesto, un
pensarse mejor ES POSIBLE, solo hay
que tomar la decisión.
Gracias por leerme,,,y buen viaje!
Las creencias limitantes deben ser sustituídas por creencias posibilitadoras
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