El mecanismo del Estrés
En esta época parece que se nos alborota el corazón, el
cuerpo y la vida: festejos, veladas, galas, cierres de ciclo, despedidas,
cansancio, presiones, preocupaciones, aceleración.....
El estrés es una de las principales causas que conspiran
contra nuestro bienestar, y aunque se habla mucho de él, la mayoría de la gente
desconoce el mecanismo que lo dispara. Además, una de las grandes dificultades
para poder manejarlo es tomar conciencia y aceptar que lo estamos
experimentando.
El mecanismo del estrés en nuestro cuerpo hoy, es el mismo
que tenía el hombre primitivo hace miles de años. El cuerpo sigue siendo el
mismo, lo que han cambiado son los estímulos estresantes y lo que nos sucede después.
Cuando el hombre primitivo, a través de los sentidos
detectaba peligros, le subían las pulsaciones, se transpiraba y el cuerpo
segregaba grandes cantidades de adrenalina, cortisol y otras hormonas que le
permitían rápidamente una gran liberación de energía para huir o atacar. Pasado
el peligro, el cuerpo se iba nivelando solo.
Las amenazas que nos asechan hoy distan mucho de aquellas
que tenía el hombre primitivo. Hoy se trata de problemas de trabajo, problemas
en familia o en las relaciones. La hipercomunicación y los medios también
colaboran para que nuestros niveles de ansiedad y el estrés estén siempre altos
y el cuerpo no alcanza a nivelar las hormonas de lasque hablábamos antes, y
éstas van acumulándose y circulando permanentemente por la sangre,
desequilibrándonos y haciendo que nuestro sistema inmunológico se debilite y
quedemos mas propensos a adquirir enfermedades, tener problemas cardíacos,
úlceras, diabetes, obesidad, trastornos de ansiedad y hasta caer en la
depresión. Las personas expuestas a altos niveles de estrés, comienzan a tener
dificultades en la memoria y el aprendizaje, dificultades para procesar el
lenguaje correctamente, para concentrarse, para resolver problemáticas de la
vida diaria y para desempeñar sus tareas correctamente. El estrés laboral
afecta a las familias y viceversa.
La menor manera de manejar el estrés es, como decíamos
antes, aceptar que lo tenemos y hacer algo para contrarrestarlo. Necesitamos
descansar mejor, caminar más, hacer ejercicios simples, o de yoga, tai chi,
practicar meditación, conciencia plena, técnicas de respiración, cuidarnos en
las comidas, cultivar lazos de amistad y familiares, aprender a manejar nuestro
tiempo y ser más creativos en nuestro trabajo.
Ya mismo podes hacer este ejercicio: Respirá profundamente dos o tres veces sintiendo cómo
te relajás un poco más en cada respiración. Cerrá los ojos y visualizáte
descansando en un lugar apacible. Disfrutá de ese recreo interior unos
instantes y decite que al abrir los ojos vas a sentirte tranquilo y relajado.
Que tu viaje de regreso te traiga un aire renovado y una
energía extra para terminar tu año de la mejor manera posible.
El simple hecho de evocar una emoción positiva relacionada con un recuerdo agradable, genera una transición de la frecuencia de los latidos del corazón.
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