martes, 8 de noviembre de 2016

La autenticidad

La incansable tarea de serme fiel

Cada día me miro en el espejo y me pregunto: Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es “no” durante demasiados días seguidos, sé que necesito hacer algunos cambios.”  Steve Jobs


Ser auténtico significa tener el valor de ser lo que cada uno realmente es, en forma íntegra y sincera, sin tener en cuenta modelos externos, modas, tradiciones o creencias, y aceptando todas las limitaciones y cualidades que cada uno posee.
Implica darnos permiso para ser nosotros mismos, asumir nuestro derecho a equivocarnos y dar permiso a los demás para que juzguen nuestro comportamiento como inadecuado de vez en cuando.
Bajo estas premisas, podemos ser auténticos, actuar de acuerdo con nuestros valores y nuestras metas, y no como meros intermediarios de las expectativas y metas de los demás. Por supuesto no existen recetas milagrosas, pero voy a sugerirte algunas claves que te permitirán potenciar tu integridad y coherencia personal.

En primer lugar es necesario que hagas una mirada hacia dentro. 
Dedica tiempo a observarte y a tratar de conocerte de verdad. Es imposible actuar de acuerdo con tus intereses y valores si no los conoces. Si llevas demasiado tiempo pendiente de los demás, es posible que se te haya ido olvidando quien sos en realidad, cuáles son tus metas, tus proyectos, todo eso que soñabas que podría pasarte algún día y te hacía vivir con entusiasmo.
A veces basta con preguntarse cómo te gustaría vivir mañana si esta noche, mientras duermes, ocurriera un milagro. En otras ocasiones, la ayuda de un profesional es clave para fijar bien el nuevo rumbo.

El segundo paso tiene que ver con la comunicación.
Ser auténtico te llevará inevitablemente a decir con mucha más frecuencia dos cosas: “no” y “me gustaría que…”. Son dos sencillas herramientas que te permitirán romper esos límites absurdos que un día te fijaste y que te hacen sentir pequeño en las relaciones con los demás. Decí “¡no!” sin miedo, sin complejos. Tenes todo el derecho del mundo y lo peor que puede pasar es que a alguien no le parezca bien.
Y pedí, no exijas. Pedir y exigir no es lo mismo aunque a veces pueda confundirse. Exigir implica negarle a la otra persona el derecho a decir no, y como resulta que lo tiene, el que acabará frustrándose serás vos. Pedir, por el contrario, es un ejercicio de transparencia. Pedir es sencillamente dejar claro lo que te gustaría, asumiendo desde el principio que la otra persona puede decirte que no.

La tercera clave es actuar con integridad.
Empezá por analizar al final de cada día en qué medida has contribuido a tus objetivos. Preguntate si lo que has hecho contribuye a acercarte a tus metas, si volverías a hacer exactamente lo mismo si hoy fuese el último día de tu vida. Si las respuestas son negativas, es decir, si te alejan de tus valores y metas, examina con detalle tus decisiones y automatismos. Es posible que muchos de ellos sean la respuesta al miedo, al rechazo o al fracaso, o sencillamente un intento de evitar la confrontación con los demás y la sensación de no estar haciendo lo correcto.
Por último te recomiendo enérgicamente ser flexible.
La autenticidad implica perseverancia, no rigidez. Nuestros mecanismos de percepción y de razonamiento son profundamente imperfectos. Nos equivocamos y distorsionamos la realidad a menudo, y la realidad tiene la curiosa costumbre de no ser la misma de un día para otro. Lo inteligente es estar dispuestos a revisar nuestra percepción de las cosas y la forma en la que actuamos a partir de ella.  La evolución nos ha dado un cerebro con una asombrosa capacidad para aprender, para extraer de la experiencia las regularidades y relaciones entre nuestro comportamiento y las consecuencias de éste en nuestro entorno. Se trata de poner todo ese potencial al servicio de lo que de verdad nos importa para conseguirlo y disfrutar del camino. Suerte en el intento!
Y que tengas un feliz viaje!



*Daniel Peña Molino,  doctor en Psicología, consultor de Recursos Humanos y coach Ejecutivo.

Ser original no es ser diferente, es ser auténtico.

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