viernes, 7 de octubre de 2016

Estados de Ánimo: Cuarta y última parte

Ser ambicioso
Los motivos de la acción

Hay palabras que en nuestra cultura están mal vistas, o contienen cierta carga negativa: “Sos un ambicioso”, “¡Qué ambiciosa es!”, y así muchas más expresiones que contienen nuestra interpretación de una palabra que no terminamos de entender.
El término ambición tiene connotaciones muy diferentes según los discursos históricos que predominen en las distintas comunidades.
Desde la perspectiva que voy a abordar, la ambición tiene que ver con la mirada que hacemos de una persona que ve posibilidades de acción donde otros normalmente no las ven, y por ello esa persona se compromete a realizar determinadas acciones en pos de una meta a alcanzar.
En criollo sería ver oportunidades donde otros no ven nada.

Cuando uno deja la resignación de lado, e intenta ir más allá de lo conocido, aunque tenga miedo, a pesar de la opinión de los demás, en ese instante, uno está actuando desde la ambición (motivación).
Vamos a graficarlo con un ejemplo: imaginemos que somos una persona sedentaria, a la que le cuesta horrores ponerse en movimiento, pero sabemos internamente (y por demostraciones científicas) que hacer ejercicio tiene múltiples beneficios y no sólo a nivel físico, sino en todos los planos de nuestra existencia.
Seguro que es más cómodo quedarse sentado frente a la tele o a la PC, pero cuál podría ser la motivación que nos empuje y nos saque de nuestro letargo?
En búsqueda de salud, de disfrute, de relajar la mente, de mejorar la circulación, de conocer gente nueva, de estilizar la figura, de salir del encierro; lo que sea!!!
Cualquier motivo es válido, siempre que sea el propio, sino no será posible la continuidad, la disciplina y el disfrute real de proceso de hacer y continuar.
Muchas veces escuchamos que la gente necesita que la motiven de afuera, que la incentiven...puede ser. Pero no hay nada más efectivo que la auto motivación.

Tomá nota de algunos puntos a tener en cuenta a la hora de auto motivarse:

  1. Desarrollar tu responsabilidad consciente: cada acción que ejecutas tiene una consecuencia.
  2. Hacé lo que te gusta: buscá y empezá por ahí.
  3. Ponete objetivos posibles: comenzá por objetivos exageradamente fáciles que sean imposibles no alcanzar.
  4. Positivizá tu experiencia: buscá grupos para compartir tu actividad, hacelo en casa o una versión on line de lo que elijas.

Esto es MOTIVACIÓN: Responsabilidad + Disfrute + Objetivos reales + Positividad

Recordá siempre, hagas lo que hagas: las primeras en aparecer serán las excusas (para no hacerlo).


Te sumás a motivarte con algo que quieras conseguir?

Tienes todo lo que necesitas para ser feliz.

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