¿Qué hacer cuando recibimos críticas sobre nuestro accionar?
Todos y cada uno de nosotros recibimos críticas por lo que
decimos o hacemos en algún momento de nuestras vidas, y lamentablemente solemos
recordar más esos mensajes negativos, que las alabanzas a nuestra persona.
Y de seguro, esto sucede, porque al escuchar esos mensajes,
se dispara en nuestro interior una catarata de sensaciones, sentimientos, y
emociones que nos predisponen a actuar de determinada manera.
Es importante saber que, lo que hacen los otros puede ser un
estímulo de nuestros sentimientos, pero no la causa.
En su libro, Comunicación No Violenta, el Dr. Marshall B. Rosenberg,
explica que nuestros sentimientos son el resultado de cómo elegimos tomarnos lo
que dicen y hacen los demás, y también nuestras necesidades y expectativas
particulares de ese momento.
Pero, ¿qué pasa cuando nos reclaman por lo que dijimos o
hicimos?
Según el Dr. Rosenberg, cuando alguien nos transmite un
mensaje negativo, sea verbal o no verbal, tenemos cuatro opciones con respecto
a la manera de recibirlo.
La primera es culparnos: lo tomamos de forma
personal, y sólo escuchamos acusaciones y críticas. “Sos la persona más
egoísta que conocí en mi vida”, si nos tomamos el mensaje de manera personal
podríamos reaccionar diciendo: “Sí, debería ser más sensible con los demás”,
aceptamos el punto de vista del otro y nos sentimos culpables, avergonzados
y deprimidos.
La segunda opción es echarle la culpa a nuestro
interlocutor, en respuesta al ejemplo anterior, podríamos protestar
diciendo: “No tenés derecho a decirme eso, vos sos el egoísta”, al
tomarnos la situación así, lo más probable es que sintamos rabia.
La tercera respuesta sería percibir nuestros propios
sentimientos y necesidades. Podríamos responder: “Cuando me decís que
soy la persona más egoísta que conociste en tu vida, me siento herida, porque
yo quisiera que reconocieras los esfuerzos que hago para tener en cuenta tus
preferencias”. Al centrar la atención en nuestros sentimientos y necesidades,
tomamos conciencia de que sentirnos heridos en esta circunstancia deriva de
nuestra necesidad de que se reconozcan los esfuerzos que hacemos.
Cuando recibimos un mensaje negativo, tenemos, finalmente,
una cuarta opción, que consiste en percibir los sentimientos y necesidades
de la otra persona en ese momento según ella misma los expresa. Podríamos
preguntarle, por ejemplo: “¿Te sentís herido porque necesitás que se tomen
en cuenta tus preferencias?
He aquí cuatro caminos que se pueden seguir frente a una
crítica hacia nuestra persona, cada uno resulta en un desenlace diferente,
seguramente vos, como yo, has pasado por alguna de ella o tal vez por todas.
El caso, es saber utilizar esta información para ser
responsables en nuestro accionar: es decir, responder con habilidad en cada
caso y así lograr eso que tanto deseamos: llevarnos mejor con determinada
persona, comunicarnos eficientemente, mejorar el clima en el hogar y en el trabajo,
y tantos otros beneficios que trae aparejado un cambio de postura.
Esto es todo por ahora, y como siempre les deseo:
¡Buen Viaje!
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