El Coaching
Ontólogico está basado en el entrenamiento del Ser. Ese Ser que somos pero
también en aquel que podemos llegar a ser, es decir, en las posibilidades, en
ese múltiple abanico que se abre cuando nos permitimos corrernos del lugar en
el que estamos: a veces estamos en el dolor, en el resentimiento o en el triste
papel de victimas; somos simples espectadores de esa película que no para y es “la vida”.
Como seres
humanos tenemos el derecho de ser Protagonistas, y eso, es una elección que siempre está disponible.
Las creencias,
las costumbres pueden operar cómo límites a nuestros profundos deseos de
cambiar; pero ante todo: la creencia de que es el “otro” el que está mal, el
que “tiene que cambiar”, el afuera está
mal. Y si, sépanlo amigos, el otro puede estar muy errado, o lo que sea que
pensemos, pero la única posibilidad de cambio real está adentro, en NOSOTROS
MISMOS.
Empezar por
“casa” es la mejor opción de la verdadera transformación.
Y el primer
paso del coach es apoyar al consultante, guiarlo para que pueda correrse del
cómodo lugar que ocupa, y se pueda preguntar cosas que nunca antes se preguntó
y PONGA EN DUDA SUS CERTEZAS. Habrá muchas que le servirán para el equipaje,
pero muchas otras ya no será necesarias.
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